Se puede estar queriendo de tantas maneras...y no todas son bonitas, ni cómodas, ni autorizadas, ni exentas de cursilería, ni imaginables. De hecho, la mayoría de las formas de querer no tienen nada que ver con nada de lo anterior.
Se puede querer de frente, querer de espaldas (aunque no se lo recomiendo a nadie), soñar que se quiere y levantarse encantada de la vida, soñar que te quieren y levantarte agobiada de la pena, querer sin decirlo, decir que se quiere y que te dejen de querer, seguir queriendo, no querer, no querer querer.
Me gusta querer.
Más que amar.
lunes, 24 de enero de 2011
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