De todo, y nada bueno, se ha dicho de este año que tiene que empezar en pocas horas. El pobrecito tiene una considerable mala fama que le precede y que no se ha ganado.
Al margen de que estos principios y finales de calendario son de lo más caprichoso, es inevitable sentirse un poco arrastrada por la ola de miedos/amenazas/proyectos/buenas intenciones que conlleva el 1 de enero. Este año es raro, por esa mezcla de pánico insuflado por las autoridades "que velan por nosotros" y de ganas de que se equivoquen todos de medio a medio.
Happy Weird Year, por lo tanto, y que los seres vivos de buena voluntad sepamos disfrutarlo. ¡Salud y Libertad!
lunes, 31 de diciembre de 2012
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